domingo, 7 de febrero de 2010

La historia oficial


Que conste que voy a hacer esta crítica desde el más profundo desconocimiento de la historia de la Argentina de los 80, no sé si será desinterés, la mala información que me han dado al respecto o que quizás la historia reciente del país de la iglesia maradoniana es la más convulsa y difícil de entender. El caso es que quien tenga algo de curiosidad en conocer la época donde se desarrolla la película, que por cierto guarda ciertos paralelismos con España, aquí tiene una excelente oportunidad que no se debería perder ni cualquier cinéfilo ni cualquier interesado en la historia.

Porque dicen, y digo, que las mejores películas son las que, casi sin que te des cuenta, retratan el pulso de una sociedad, de una generación o de una ciudad. Ejemplos: Manhattan, Forest Gump, Slumdog… y sin duda, esta 'La historia oficial', que nos da una visión de 360º (retrata absolutamente todas las partes) de la etapa posterior a la penúltima dictadura argentina (76-83).

La historia oficial es como sigue: Ana vuelve del exilio y en una fortuita conversación consigue remover algo muy adentro en Alicia. Básicamente toma conciencia de que si hija adoptiva podría ser en realidad una de las 'desaparecidas', niñas que fueron arrancadas de sus madres nada más nacer durante la dictadura. Su marido Roberto, uno de los 'beneficiados' del 'Proceso de Reorganización Nacional' niega la mayor, pero las indagaciones de Alicia y la entrada en escena de la posible abuela de la criatura lo cambiarán todo para siempre…

Sé que realmente no implica nada en cuanto a la calidad de la película, pero la cantidad de premios que tiene a las espaldas 'La historia oficial' deslumbra: Oscar, Globo de Oro, Toronto, Cannes, Berlin.. y en mi opinión, no es para menos. Realmente es una película que consigue ponerte los bellos de punta, te hace pensar, te muestra el mismo tema desde decenas de puntos de vista, cuenta con unas interpretaciones que llegan y tiene un guión profundísimo sin que llegue a agobiar al espectador.

Es una película que empieza sobresaliente y luego va a más, porque poco a poco, con esa capacidad innata de los argentinos para atraparte en sus conversaciones, consigue sumergirte hasta que la película te absorbe totalmente. Lo dicho, lo que más me gusta del guión es que ofrece una visión de todo tipo de personajes con todo tipo de ideologías y opiniones: estudiantes, profesorado, ricos, pobres, ganadores, perdedores, exiliados.. todos tienen su granito de arena que aportar hasta que al final te vas con una visión más o menos clara de lo que se mascaba por allí esos días.

Bueno, los que no sabemos de cine clasificamos las películas argentinas en 2: las 'Hector Alterio' y las 'Ricardo Darín'. Es evidente que no, pero desde aquí en España parece que estos actores acaparan toda la exportación argentina cinéfila, en todo el cine reciente albiceleste que he tenido ocasión de ver (Campanella, 9 Reinas y poco más) aparece Darín (un actorazo todo sea dicho) pero si me preguntaran por el mejor actor argentino, o el más conocido, no sabía muy bien por qué, decía Hector.

Ya se muy bien por qué, la actuación que hace en esta película es impresionante, pero no solo él. La mayoría de la carga dramática recae en Norma Aleandro (Alicia) que hace un papel como pocos recuerdo. La cosa es que.. bueno, en mayor o menor medida, siempre me pasa con las películas Argentinas. Su forma de hablar, su acento y sus propias palabras hacen que hay cosas que me pierda y quizás así no se aprecie bien todos los matices del guión.

La conclusión es clara: una gran película imprescindible para todos los amantes del cine, para los que quieran conocer la post-dictadura argentina, para los que quieran ver una buena historia o para los que tengan ganas de llorar un rato.

Nota: 10/10

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Penúltima dictadura argentina? Esa fue la última. Informate. Burro.