miércoles, 30 de junio de 2010

El consul de Sodoma


Y una buena mañana
la dulce libertad
elegiste impaciente,
como un escolar.

Hoy vestida de corsario
en los bares se te ve
con seis amantes por banda
-Isabel, niña Isabel-,

sobre un taburete erguida,
radiante, despeinada
por un viento sólo tuyo,
presidiendo la farra.

Acabo de multiplicar por 7 la calidad literaria de este blog (cosa, por otro lado, no demasiado difícil). Pero no, no es mío, es de Jaime Gil de Biedma, un poeta desapercibido para todos los hijos de la ESO (como nos encanta despejar balones fuera) y protagonista de este biopic, con quizás, el mejor título que recuerdo en los últimos años.

Como la mayoría de personas con un apellido compuesto, Jaime Gil de Biedma es un niño bien, poeta de la generación del 50 (lo he buscado en la wikipedia..) que, más o menos, por el día trabaja en la empresa de papa y por la noche escribe poemas y conspira y critica al régimen de franco. Además habla como el rey. La película empieza en un viaje a Filipinas del joven Jaime (el turismo sexual en Filipinas existe desde hace más tiempo del que yo pensaba) y avanza durante toda la vida del poeta, hasta prácticamente su muerte, o en sus palabras, el momento donde se da cuenta que no volverá a ser joven.

Se podría decir que 'El consul de Sodoma' es un biopic convencional (diría biopic canónico si cobrara por hacer esto), está marcada por la irregularidad, con momentos que te apasiona y momentos que sobran a todas luces (no quiero recibir clases de anatomía masculina y no es necesario para que me entere de que era gay y vicioso tener que ver ciertas cosas..). Pero bueno, es un biopic que toca de pasada la época (con todos los tópicos y estereotipos incluidos) y trata de puntillas ciertos temas: relaciones amorosas, padre-hijo, compañeros de empresa... pero al fin y al cabo, un biopic. Una película centrada exclusivamente en contar la vida de una persona, a mi juicio, depende de dos cosas para que funcione bien: que el personaje haya vivido una vida que merezca ser contada y la actuación del actor protagonista.

Lo primero. La única palabra que se me ocurre para describir al bueno de Jaime es contradicción. Por un lado, es indudable que trabaja para los malos, su padre se lucra gracias a los malos y Jaime está en fuera de juego totalmente perteneciendo a un grupo de resistencia política a la mano que le da de comer. Sus amigos son comunistas, el quiere pertenecer al partido comunista, pero todos sabemos lo poco tolerante que era nuestra amigo Lenin a los homosexuales, así que en cierto sentido, Jaime siempre está descolocado..

Todo esto queda muy bien reflejado en la película, y sin ser una historia que de grandes sobresaltos, ni giros, ni le pase a Jaime nada especialmente relevante ni interesante, consigue hacer que el espectador (con el espectador me refiero a mí) empatice con el personaje y se interese con la historia, incluso al final, sufrir con él. Guay también la recreación de la época y los distintos ambientes donde se movía el protagonista: el humo, el vocabulario, los personajes, la ropa.. una mezcla entre cuéntame y mad men que hace que la película una personalidad propia desde el principio.

Los momentos más intrascendentes (normalmente escenas de cama que no aportan demasiado..) se mezclan con una voz en off que va recitando los poemas del maestro, un recurso que había que utilizar y además se ha hecho muy bien. Y bueno, sin ser una de esas actuaciones que quitan el hipo, yo opino que Jordi Molla cumple con las expectativas. Siempre le he visto un especial mérito a aquellas actuaciones que hacen que el actor cambie radicalmente su forma de hablar, de expresarse y de moverse..

Ah! y Bimba Bosé tampoco vale para actuar.

La cinta blanca


"soberbia obra maestra sobre el germen del fascismo", "increíble crítica socio-política",.. no lo sé. Lo que hay que reconocer es que Michael Haneke sabe 1) hacer películas, 2) ponerle ese puntito de nose qué que provoca el éxtasis en los críticos cinematográficos y 3) ponerle ese puntito de nose qué que hacen que te den automáticamente la palma de oro en Cannes.

Él, en un comentario muy recurrente cuando un director no tiene ganas de dar explicaciones, ha dicho que hay tantas 'Cintas Blancas' como espectadores, es decir, que la película no habla necesariamente de los orígenes del nazismo, que cada cual la interpretará a su manera y prácticamente cualquier visión es tan válida como la que más. Y no lo sé, la verdad, a parte de la coincidencia temporal y que la película se desarrolla en Alemania, no veo yo especial relación entre el lo sucedido en esta película y el régimen del tercer Reig.

La Cinta Blanca se desarrolla a principios del siglo pasado, en una población rural de Alemania, donde empiezan a pasar cosas raras y un tanto desconcertantes. El equilibrio que siempre han tenido se muestra más que frágil y una pequeña chispa, en forma de accidente, sirve para sacar lo peor de cada uno de los integrantes de la hasta entonces, tranquila comunidad.

Viendo esta película únicamente desde un punto de vista estético yo diría qué, aún teniendo en cuenta que soy de Cádiz y por consiguiente tengo una propensión natural a exagerar las cosas, es la cosa más espectacular, bonita y bien hecha que consigo recordar. Es deslumbrante y propongo un reto al espectador que no me crea: pongan el DVD, dadle al pause en cualquier momento de la película y diganme si lo que hay en la pantalla no es una fotografía de una calidad artística tal que no la pondrían en el salón de su casa. Yo siempre suelo hablar de la fotografía de una película cuando me ha parecido buena y no sé me ocurre que decir, pero es que en este caso es increíble el nivel de perfección alcanzado. Todo en un blanco y negro que le viene perfecto, de hecho, es imposible imaginarse esta película en color.

De este hombre, solo he visto 'Funny Games' y 'La cinta blanca', luego no voy a generalizar sobre su obra. Eso sí, creo que empiezo a entender porque las dos que he visto dan tanto tanto yuyu: los malos en funny games o la maldad que se va forjando en el pueblo de la cinta blanca, no proceden de algo sobrenatural, extraterrestre, ni siquiera de ningún tipo de desvarío o enfermedad mental de los protagonistas malos, proceden de su naturaleza. Y creo que es por esto que con muchas menos escenas para asustar, con mucha menos sangre y mucha menos violencia, consigue transmitirte más acongoje, porque en sus películas no hacen falta situaciones extraordinarias para justificar esos comportamientos así que todo parece mucho más verosímil.

Y creo que de eso va la cinta blanca, de que somos malos. Que la maldad no es algo propio de según que edad, o que religión, o que país, o que no hacen falta situaciones especialmente traumáticas para empezar a generar odio entre nosotros. No, la maldad está en la naturaleza del ser humano y puede desatarse a la mínima y en cualquier sitio, como en un pequeño rural alemán de principios del siglo pasado...

Pero en fin, voy a dejar de comportarme como una grupie quinceañera.. que parece que me han sobornado por escribir esto.

miércoles, 23 de junio de 2010

After


Siempre pensé que si se filmara una película con unas cámaras instaladas en la cabeza de un grupo de gente mientras hace botellón sería un absoluto éxito. Mientras no convenza a ninguna televisión ni instituto de crédito nacional para que me preste dinero para hacer lo que me de la gana (tendría que preguntarle a Vicente Aranda, a Bigas Luna o alguno de estos como se hace), la mejor aproximación de mi idea es 'After', una auténtica sorpresa que encumbra a su director, Alberto Rodriguez (7 Virgenes), como de lo menos malo del cine nacional.

Julio (Guillermo Toledo), Manuel (Tristan Ulloa) y Ana (Blanca Romero) son tres amigos de la adolescencia que tienen sus vidas por separado, pero ya que de Julio visita la ciudad donde viven los otros dos aprovechan para salir juntos, recordar viejos tiempos y en general, beberse hasta la última gota y quemarse la nariz con la cocaína que puedan malcomprar.

Pero el hecho es que no es un argumento tan superficial como pueda parecer. Los tres personajes están en una edad un tanto complicada, de no retorno diría yo. El resto de vida que les quede será mas o menos igual de lo que tienen ahora mismo, y es tarde para cambiar y empezar todo desde un principio. Ninguno de los tres está contento con lo que tienen y se resisten con uñas y dientes a dar ese paso de la vida totalmente adulta, a matar al joven que llevan dentro.

Pero bueno, lo que quería decir en esta reseña es que la película es a mi juicio interesante por dos cosas. Uno, dirección. Arriesgado, muy simbólico (que conste que no he cogido ni la mitad del significado de los símbolos que expone el director: el perro, los corazones..) y la estructura narrativa que nos propone Rodriguez es más que acertada, dividiendo el metraje en una parte para cada personaje y contando lo justo de estos para que entendamos como es su vida y porque vive la noche de desfase como la vive. De esta forma, tenemos tres versiones subjetivas de la misma noche de borrachera, y entendemos perfectamente como se siente el personaje que la protagoniza. La banda sonora me ha gustado y el guión es mas que acertado y realista, incluyendo las pamplinas típicas que se dice con un 2 mg de alcohol por litro de sangre.

Y dos, los actores. Quien diría que Guillermo Toledo fuera un tío tan capacitado para el drama, realmente sobrecoge con su actuación. Igual que Tristan Ulloa, que después de enseñarnos que sabe hacer otro tipo de cosas en Lucia y el Sexo aquí también demuestra que es un actorazo, quizás en el papel más difícil de interpretar de los tres. Al personaje de la mujer no la entiendo (cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia), así que no sabría decir si es problema de Blanca Romero o de una mala definición del personaje, en cualquier caso, que guapa es.

Para terminar (siempre me prometo hacer una crítica de dos lineas y acabo soltando el rollo) una película más interesante, que entiendo que pueda tocar muy muy dentro a las personas que compartan generación con los personajes principales. Dirigida valientemente, este hombre parece dispuesto a llevar a la pantalla otro tipos de historias. Chapó. 7.

Ganar de cualquier manera


¿Alguien conoce realmente una buena película ambientada en algún deporte? Estoy haciendo memoria y la verdad es que las dos grandes pasiones confesables de todo hombre que se precie no se llevan muy bien. Quizás el boxeo, pero tampoco iban Rocky, Toro Salvaje o Millon Dollar Baby del deporte en sí, más bien era el contexto donde echar a andar la historia..

En fin, que con esas malas o nulas espectativas de ver una película buena, me puse ayer delante de la pantalla a ver 'Ganar de cualquier manera', una película sobre el baloncesto universitario americano, sobre la ambición desmedida y sobre los chanchullos que hay alrededor de este mundo. Teniendo en cuenta que el reparto lo encabezan Nick Nolte y Shaquille O'Neal, el resultado es francamente mejor de lo que me esperaba.

Pete Bell es el Mouriño del baloncesto universitario americano, un ganador nato que se endemonia cuando su equipo no juega a lo que él quiere y vive por y para entrenar. Todas las universidades contratan a los jóvenes talentos pagándoles ingentes cantidades de dinero bajo cuerda, todas salvo la suya, porque Pete es un tío de principios. Todo empieza a complicarse cuando, después de una mala temporada, la presión hace que se empiece a replantear esa actitud tan honesta...

Una película como tantas otras, sin ningún tipo de mérito especial pero que quizás tenga un par de cosillas que puedan dar lugar a la reflexión: ¿estamos perdiendo el rumbo con el deporte? ya lo tomamos como algo natural, pero si te pones a analizarlo friamente hay quien puede pensar que es insultante el circo que hay montado alrededor de según que espectaculos deportivos. La película defiende que se ha perdido la esencia, la pureza y sobre todo el espíritu del deporte, y a todos los niveles: desde el directivo que regala coches a un niño de 17 años hasta el niño que los acepta, pasando por el entrenador que aprueba todo esto.

Si aguantáis hasta el final sin quitarla ni cambiar de canal, disfrutaréis de un final bastante efectivo y logrado, incluso se podría decir que bonito si no estuviéramos hablando de una película de machotes. Un final donde toda la vida del actor protagonista, y todo en lo que cree, se va al traste, y la verdad sea dicha, Nolte aguanta muy bien el tirón interpretativamente hablando.

Lo dicho, una película que se hace entretenida, carente de ningún mérito en la dirección ni en ninguna interpretación en particular, que no habla de temas importantes pero que quizás si da a conocer el circo en el que se ha convertido el basket y da pie a plantearte como se ha pervertido y corrompido el deporte. Oye, y además, unos mates espectaculares de Shaq.

¿Alguien conoce a algún deportista que no la haya cagado en su salto al cine? Dennis Rodman, Raúl, Shaq..

domingo, 20 de junio de 2010

Nine


Reconozco que carece de sentido que haga cualquier tipo de reseña sobre un músical, porque sé de antemano que es lo que voy a decir: que me encantan. No sé si es por algún tipo de trauma infantil, porque Grease es el único VHS que me dejaban ver mis papas cuando era pequeño, o porque mi vocación frustrada es ser actor de Broadway, pero el caso es que adoro cualquier película, por mala que sea, donde los protagonistas de repente se pongan a bailar y a cantar. Ejemplos: El sabor de la sandía, porqué se frotan las patitas..

Rob Marshall dio un pelotazo bastante sonado hace unos años: Chicago. En Chicago, se contrató a dos o tres actores solventes, se plasmó una época un poco loca y se escenificaron unos números musicales bastante espectaculares y efectivos ¿Resultado? 6 oscars creo recordar. Del 2002 a 2009 ya ha pasado suficiente tiempo para que Rob se haya fundido el dinero y el público no considere que está copiándose a sí mismo si realiza la misma película, así que ¿Porque no hacerla otra vez?

Y este es el punto donde entra Nine, una película que parece haber sido pensada, escrita, dirigida e interpretada para llevarse globos de oro. En este caso, el protagonista absoluto de la historia es Guido Contini, un director hiper afamado y un poco loco (nada de extrañar teniendo en cuenta que su madre es Sofia Loren, su esposa Marion Cotillard y su amante Penelope Cruz) que pasa por una crisis creativa a 10 días de empezar su gran producción: Italia. En el desenfrenado y loco ambiente de la preparación de la cinta, Contini ve pasar (y cantar) a las que han sido principales mujeres de subida, y claro, cada una tiene un número músical.

Como he dicho antes, me ha encantado. Supongo que el nivel del 2002 sería aún peor que el de 2009 y por eso no habrá tenido tanto reconocimiento a nivel de premios, pero el caso es que a mí me ha parecido una película trepidante, entretenidísima y que consigue trasladar al otro lado de la pantalla el agobio y la locura de su protagonista. Quizás donde flaquee sea en los números musicales, ninguno especialmente memorable, y esto no es baladí si tenemos en cuenta que estamos ante un músical.

Me ha encantado la Italia que se ve reflejada en la película, estereotipada pero con infinita clase, le viene como anillo al dedo para ambientar un músical, me ha encantado la forma de combinar los momentos más cómicos con los mas dramáticos, y sobre todo, por encima de todas ellas, para mí, lo mejor de la película es la actuación de Daniel Day-Lewis, que borda el papel de Guido, sorprende el cambio tan radical de registro respecto a lo que nos tiene acostumbrados.

Conclusión: Una película muy buena, que estaba destinada a arrasar y quizás no lo haya conseguido porque se parece demasiado a Chicago y pierde ese factor sorpresa, o porque los número musicales no están perfectos, pero que en cualquier caso merece la pena ver solo por el desfile de bellezones de todas las épocas, por la actuación de Daniel Day-Lewis, por la ambientación y por su parte cómica/de enredo.

Por cierto. ¿Es esto un remake en forma de músical de ocho y medio?

Quiéreme si te atreves


El hecho de que me haya enamorado de Marion Cotillard ha tenido algunos efectos secundarios no deseables, por ejemplo, que haya visto esta tontería llamada 'Quiéreme si te atreves', del director que quiso ser Jean Pierre Jeunet, Yann Samuell.

¿Capaz o incapaz? Esta es la frasecita en la que se sustenta toda la película, y reconozco que las primeras 2 millones de veces que la escuchas pues bueno, no está mal, pero llega un momento en que la frase, los personajes, y la latita te empiezan a causar úlcera de estómago. Vayamos por partes..

Sophie y Julien son dos amigos de la infancia que inventan un juego para compartir un juguete (una lata) que les gusta a los dos y que le ha regalado a Julien su madre enferma terminal: ¿capaz o incapaz? uno le propone un desafio al otro y este lo tiene que hacer para quedarse con la lata hasta que el otro le ponga un nuevo desafío al uno. Amigos inseparables, crecen y les llega el desarrollo hormonal. Los dos desean estar juntos pero por H o por B nunca lo consiguen, y así se llevan con el tira y afloja toda una vida..

Muy colorista, muy desenfadada, muy queriendo ser divertida y muy queriendo ser amelie, la película se desarrolla a lo largo de, no sé, 30 años de la vida de unos personajes que no sufren ninguna evolución desde que eran niños. Entonces, cuando eran niños, está bien, es graciosa e incluso llegas a reirte a veces, pero conforme los personaje se hacen mayores y continúan igual pues empieza a parecerte una niñería, para ir pasando progresivamente a tontería y por último, con un final que pretende a toda costa ser impactante y no lo consigue, terminar de verla con la sensación de que ha sido una tomadura de pelo.

Junto a la carencia de originalidad en la dirección, añadiría que el guión es poco menos que subrealista, muy muy poco creíble, razando en algunos momentos esa extraña sensación mezcla de lo absurdo y la verguenza ajena. Además, la música consiste únicamente en destrozar sucesivamente 'La vie en rose' con una versión más mala que la anterior, también cansa. Los actores tenian entre las manos unos personajes poco menos que odiosos que defender, por lo que tampoco se si mi opinión de que no está ninguno especialmente brillante es objetiva o no.

Todo muy inverosímil, nosé, una película que me ha supuesto una autentica decepción personal porque la verdad sea dicha, por ahí la puntúan muy bien. Supongo que es apta para aquellas personas que idolatran el cine romanticon aunque sea llevado al extremo. He cumplido mi cuota de cine francés por los próximos 10 años.

NO la veas, ¿capaz o incapaz?

martes, 15 de junio de 2010

El retrato de Dorian Gray


Dado el hecho de que el cartero se quedó con nuestras invitaciones para Cannes, Venecia, San Sebastían y Sundance, criticasdecinesevilla ha optado por acudir al gran festival de Cine de Cataluya, también conocido como festival de Sitges. Esta preciosa ciudad costera reúne todos los Octubres desde hace ya bastantes años a la flor y nata del cine friki, también llamado genero fantástico y de terror.

Todos los gorditos solteros de 35 años vestidos con vaqueros y camiseta negra cinéfila se nos adelantaron a la hora de comprar las entradas para las películas del festival, y la única medio fiable que pudimos ver fue 'Dorian Gray', adaptación del micro-relato de Oscar Wilde 'El retrato de Dorian Gray' y la verdad es que a toro pasado creo que fue un auténtico acierto ver esta película.

Por que es una película de esas o que la ves casi por casualidad (la ponen en la tele, la ponen a la hora que te viene bien para ir al cine, es la única de la que puedes conseguir entradas en Sitges..) o no la ves, y la verdad es que me pareció una película de buena para arriba.

Doy por hecho que todo seguidor de esta página se ha leído todas las obras de Oscar Wilde, pero por si acaso contaré que El Retrato de Dorian Gray cuenta la historia de… !Dorian Gray!, un mojigato rico que desembarca en Londres y hace un 'pacto con el diablo' por el cual todo la putrefacción y pena que normalmente se acumula en el alma de las personas conforme pasan los años se quedará en un retrato que le hacen. De esta forma, él será eternamente joven e infinitamente hermoso para siempre, con el mundo a sus pies. Como habrán podido deducir por la frase 'hace un pacto con el diablo' a Dorian Gray no le salen las cosas como pensaba…

Es una historia simple, tanto que a simple vista parece no ser capaz de llenar una película de dos horas de metraje, pero todo lo contrario. Siempre pasan cosas y la historia no se atasca en ningún momento, lo que hace que se estés todo el tiempo más que entretenido y en general la película se te pase volando. Como principal mérito artístico de Olivier Parker (su director) destacaría que consigue que el espectador pase relativamente bastante miedo y tensión con muy, muy poco. Basta con algunos efectos especiales con el retrato, una música apropiada y unas interpretaciones buenísimas para conseguir asustar al personal.

Algunos toques humorísticos y sobre todo un guión muchísimo más profundo de lo que aparenta, reflexionando sobre la naturaleza del placer y de la felicidad. La película tiene mensaje y no es otro que muchas de las cosas buenas de esta vida en parte son buenas por el hecho de que se acaban. Ahí queda eso. Lo dicho, una película más compleja de lo que se podría suponer cuando te dicen que consiste en un cuadro que habla.

Me he dejado el comentario de lo mejor de la película para el final: La actuación de Ben Barnes. El príncipe Caspian hace un auténtico papelón, pasando por distintos roles a lo largo de la película, de pringao, de tío que se va a comer el mundo, de tío cansado, de tío loco. Es sin duda lo más destacable de esta 'Dorian Gray', que por otro lado, también tiene sus fallos. Como por ejemplo la recreación de Londres hecha por ordenador, se nota mucho, o que la película tarda un buen rato en arrancar del todo.

Una película altamente recomendable para cuando la estrenen. Un auténtico lujozo el festival, con una organización perfecta y un cine precioso. El año que viene intentaremos repetir.

Un 7

lunes, 14 de junio de 2010

4 meses, 3 semanas, 2 días



Es evidente que nadie se ha dado cuenta (ni un triste comentario..), pero dejé el blog, no sé muy bien porqué lo deje, y no sé muy bien por que lo retomo, pero el caso es que voy a volver a empezar a hacer estás redacciones malestructuradas y pésimamente redactadas, a las que cuando me emborracho llamo críticas de cine.

Y el azar a querido que el día antes de decidir volver a dar la lata haya visto una película rumana, ganadora de 8 millones de premios incluido el archiprestigioso festival de cannes: 4 meses, 3 semanas y 2 días. ¿Que es ese tiempo? Es el tiempo que lleva embarazada Gabita ¿Quien es Gabita? Es una estudiante que ha tenido la desgracia de criarse en la dictadura comunista rumana. Ella y su amiga Otilia (la protagonista de la película) no tienen otra opción que contratar destrangis a un médico para le realice el aborto a Gabita de forma clandestina.

Suena duro, pero os puedo asegurar que desde 'La habitación del hijo' no he salido más amargado en una película. Sin música, sin giros melodramáticos fáciles y sin ninguna lágrima en sus protagonistas, puede ser una de las películas más tristes y duras de he tenido la oportunidad de ver (y eso que el cine Europeo es una industria totalmente especializada en hacer películas tristes y duras).

Ayuda a involucrarte con la historia y a que sufras, a partes iguales unas actuaciones magistrales, nada exageradas y una dirección que se encarga de mostrar toda la penuria, exterior e interior, que tenían los camaradas del regimen de Nicolae Ceausescu. Dialogos normales, ausencia de música, cámara en mano y acción prácticamente en tiempo real otorgan a esta película un aire hiper-realista que le viene como anillo al dedo.

Mujeres al borde de un ataque de nervios, buenas actuaciones, retrato de una época y sobre todo, una película con crítica social y que hace reflexionar sobre el manido tema del aborto. Que se la vean los del canal de televisión con el torito de logo y luego digan si eso es lo que quieren para nuestras jóvenes. En cualquier caso no es una película que te diga lo que tiene que pensar, ni mucho menos, más bien mantiene un aire distante e intenta contar objetivamente lo que pasaba en esa noche y en esa época.

Nada, a ver más cine rumano.

Un 8.