martes, 10 de agosto de 2010

La duda


Sigo con mi repaso a los Oscars 2008 (voy bastante atrasado en mi lista de películas por ver por culpa de Los Soprano) y esta vez le toca le turno a la duda. A priori,  ¿algo menos interesante que una película ambientada en un colegio de curas de los años 60? me daba infinita perezame poner a verla, su cartel, su sipnosis.. no digais que no huele a aburrimiento. Pues no. Por n-esima vez estaba equivocado y, sera porque me estoy haciendo viejo, será porque me están cambiando los gustos, o será por lo que sea, esta película ambientada en un colegio de curas de los años 60 me ha parecido de lo más juguso, lúcido y entretenido que he visto ultimamente.

Lo dicho. Colegio de curas. Años 60. El padre Philip Seymour Hoffman trae aires de cambios: discursos arriesgados los domingos, reflexivos, perdida de la estricta formalidad con los niños, perdida de la manía de castigarlos por que sí, de pegarles, relación más cercana con ellos y para colmo, para colmo, el padre mantiene una relación especial (lo dejaré ahí) con el primer chico negro de la escuela. En el lado contrario, Meryl Streep, clásica, seria, costumbrista, empieza a sospechar de la relación que el padre Hoffman mantiene con el chico negro.

Y es poco más que eso. Salvando las distancias, porque en cuanto a su temática son dos polos opuestos, me recuerda a Closer (una película que nunca me cansaré de decir que es un espectáculo). Me recuerda porque es muy.. teatral, no sé, parece que lo que le pega a la película es que las transiciones entre escenas se realicen bajando y subiendo un telón. La formula se repite. Escena, entran los dos protagonistas, mantiene una conversación, un duelo interpretativo y se vuelve a cerrar el guión.

Como comprenderéis, una película así sería asquerosamente aburrida si no se tuviera un guión en condiciones (fue el fallo de Leones por Corderos, otra película de este estilo) y unas interpretaciones, al menos, decentes.  Y bueno, aquí estamos ante la señorita Kramer y ante Capote, dos de los actores que todos recordaremos cuando hayan muerto. Personalmente, me ha gustado más él que ella, pero es decir por decir porque los dos están sencillamente de diez.

Duelo interpretativo y nunca mejor dicho. Me explico, aqui esto se puede ver de dos formas, o él es el bueno y ella la mala, o al revés. Los únicos argumentos que tiene el espectador son las brillantes actuaciones de los protagonistas, y esta genial ambiguedad puede hacer que uno salga de la película con conclusiones radicalmente opuestas a las que saque el señor que estuviese en la butaca de al lado.

Retrato del catolicismo más rancio, del más amable, de la época. Porque no decirlo, se trata el tema de los abusos a menores en la iglesia católica, ¿o no se trata ese tema? ¿o lo que se trata es de los prejuicios que tenemos la caradura de hacer antes de mirarnos al ombligo? Ese es el punto de esta película, la duda. No se la pierdan.

1 comentario:

eclipse de luna dijo...

Yo vi esta pelicula, y te puedo decir que me encantó sobre todo ese final en que te crea eso precisamente..."la duda"..

Besos.
Mar