domingo, 15 de junio de 2008

Gracias por fumar

La próxima vez que me pregunten "¿A tí que clase de películas te gustan?" no dudare en contestar que las películas que hablan de la industria tabaquera norteamericana. La primera incursión fue 'El Dilema', un auténtico películón, de esos de los que de verdad son capaces de remover conciencias (y no un documental de Michael Moore). Ahora he visto esta 'gracias por fumar', que versa sobre el mismo tema pero esta vez cambiando un tanto el enfoque.

Aquí nos metemos en la piel del, algo así como el encargado de relaciones públicas de un loby (grupo de poder) de la industria tabaquera. Este hombre en esencia se dedica a dar buena imagen a sus clientes, a confundir, a evitar demandas y básicamente a hacer el trabajo sucio. Evidentemente no está demasiado contento con lo que hace, pero como dice "todo el mundo tiene hipoteca". Su forma de ser, sus mentiras y su trabajo entra en conflicto directo con la educación de su hijo pequeño, que considera a su padre un heroe y lo que es más peligroso, un modelo a seguir.

Así, podemos ver al protagonista (muy bien interpretado por Nick Naylor) sobornando al primer vaquero Malboro para que no les denuncie (por su enfisema), reuniendose con un productor para que las estrellas de cine fumen en pantalla y lo más divertido, reuniendose para cenar con sus amigos del loby de la industria armamentística y el loby de la industria alcoholica.

Y ya no es tanto lo que se cuenta (que es más que interesante), sino el como se cuenta. Aquí se alcanza unas cotas de humor negro y cinismo totalmente inusitadas en el cine. Hay infinidad de ejemplos de situaciones divertidas pero que esconden una situación dramática, infinidad de ejemplos de doble moral e hipocresía, pero lo saben contar de tal manera que 1) te ries a carcajadas y 2) eres consciente de la crítica que se esta planteando.

También hay espacio en la película para el humor un poco más directo, y destaco especialmente el personaje del idolo de jovencitas de principios de los noventa Rob Lobe (¿Donde ha estado metido este hombre los últimos 15 años?) interpretando el papel de un productor de Hollywood absorvido por el trabajo que no tiene desperdico.

¿Es menos dura está película por contar como se mueve está industria en clave de humor? Ni mucho menos, es más, creo que el hecho de que sea una película divertida y entretenida puede hacer que le llegue a más gente y por lo tanto el mensaje se difunda más. De hecho, uno se queda tras verla bastantante preocupado por 1) lo que se consume entre nuestros dedos y recorre el circuito garganta-traquea-pulmones dentro de nuestro cuerpo y 2) la capacidad que tiene un conjunto de empresas poderosas para trasgiversar la verdad e inducirnos a comprar sus productos.

Lo dicho, no os la perdais.

Lo mejor: su particular sentido del humor y el transfondo.

Lo peor: es demasiado corta! ha ese nivel a uno no le importaría que la película durase 7 horas.

Nota: 8/10

1 comentario:

Pablo Rodríguez Burón dijo...

pues habrá que verlo, porque El Dilema me gustó mucho.
Un abrazo y encantado de leerte!
:-)Viva el cine